Las calderas llevan muchos, muchísimos años acompañándonos, y ayudándonos a crear hogares y espacios confortables. ¿Sabemos realmente cómo funcionan? En toda caldera, se produce energía en forma de calor a través de la combustión. Pero esta combustión no es siempre es con el mismo elemento, ya que hay diferentes combustibles y la caldera funcionará de distinta manera en función de cuál se utilice. Por eso, desde Arcess vamos a hablaros de los diferentes tipos de calderas, su tipo de combustible y sus características.
Son el tipo de caldera más habitual en la actualidad. Se trata de equipos que funcionan mediante gas natural o gas GLP (licuado) y que se clasifican por su potencia, pudiendo ser, dependiendo de ella, calderas murales o calderas de pie. Se tiende a pensar que son las calderas más contaminantes de todas, y realmente es así con aquellos equipos que tienen cierta antigüedad. Sin embargo, hoy en día se fabrican con las últimas tecnologías para emitir una cantidad mucho menor de partículas de CO2, siendo más respetuosas con el medio ambiente.
Una alternativa que se ha puesto mucho de moda, debido a la enorme subida del precio del gas natural por la guerra, y también porque son los tipos de calderas menos contaminantes del mercado. ¿Por qué? Muy sencillo, utilizan combustibles fósiles biodegradables, por lo que son la opción más ecológica. Pellets, astillas, leña, ¡hasta huesos de aceitunas!
Sin duda se ha convertido en una opción bastante recurrente, y es que además de ecológica, es una alternativa que cumple muy bien con su función de proporcionar confort térmico al hogar.
En esta caldera podemos utilizar dos tipos de combustible distintos: el gas y el gasoil. ¿Qué las hace diferentes? Que aprovecha el calor del vapor de agua presente en los productos de combustión, a través de la condensación. ¿Qué ganamos con esto? Que gracias a aprovechar el calor latente en el vapor de agua, estamos consiguiendo un mayor rendimiento, ya que es algo que una caldera convencional no puede hacer. Cuando se genera el calor, se distribuye directamente al circuito de calefacción.
Son perfectas para radiadores, suelo radiante, fan coils o agua caliente, y nos permiten un ahorro de hasta un 30% en nuestra factura.
Por último, llegamos a una caldera que es versátil, funcional y respetuosa con el medio ambiente. De un funcionamiento prácticamente idéntico a las calderas de gas, su principal diferencia es el uso de gasoil como combustible. Todas estas calderas de última generación tienen una emisión de residuos mínima, y como principal ventaja, su mantenimiento es realmente sencillo.
Estos son los principales tipos de calderas. ¿Cuál es la tuya? ¿Estás planeando un cambio a una opción más sostenible? ¡Te asesoraremos encantados! Haz click aquí.